El colapso del planeta Tierra es inminente ante el calentamiento global. La deglaciación de los polos, el sumergimiento de las grandes urbes, la transformación de las regiones ecuatoriales en desiertos, el deshielo de los glaciares de montaña, fuente del agua potable, y la pérdida de especies indispensables para la polinización, hacen inviable la subsistencia misma de la especie humana.                         

La ONU había fijado el año 2030 como fecha de no retorno para salvar al mundo del declive. Los líderes y poderosos solo rieron cínica y descaradamente.

Sebastian Brown, un notable botánico al servicio del Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU, deberá encontrar la forma de proteger su vida y la de su familia. La única opción: mirar hacia las estrellas.